[:es]El acné es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una foliculitis, una inflamación y posterior infección del poro folicular. Aparece comúnmente en la adolescencia ya que está profundamente relacionada con el inicio de la actividad hormonal. Esta enfermedad afecta aproximadamente al 80% de la población joven. Sin embargo hay otras variantes del acné:
- Acné neonatal, que desaparece a las pocas semanas de vida.
- Acné prepuberal.
- Acné tardío, en las mujeres mayores de 25 años.
- Acné rosácea.
- Acné generado por algunos medicamentos.
El acné es una enfermedad producida por cuatro factores:
- Exceso de producción de sebo.
- Hiperqueratinizacion folicular.
- Colonización bacteriana.
- Liberación de mediadores inflamatorios en el folículo y la dermis.
La obstrucción de los poros de la piel es la principal causa del acné. Esta obstrucción puede deberse a varios factores:
- Las glándulas segregan sebo en exceso.
- Los cambios hormonales asociados a la pubertad, el embarazo, la menstruación, el estrés o el consumo de métodos anticonceptivos orales.
- La utilización de algunos cosméticos y productos grasos.
- Algunos fármacos que contienen esteroides, estrógenos, testosterona o fenitoína.
- La sudoración excesiva.
El acné aparece comúnmente en la cara y en la espalda, pero también puede darse en el tronco, los brazos, las piernas y los glúteos. Los cambios en la piel abarcan:
- Quistes.
- Pápulas (protuberancias rojas y pequeñas)
- Pústulas.
- Enrojecimiento alrededor de las erupciones de piel.
- Cicatrización de la piel.
- Acné miliar.
- Espinillas negras.
- Formación de costras de erupciones de la piel.
Tratamientos
Existen variados tipos de tratamientos ya sean tópicos, sistémicos, combinados o complementarios. Dentro de los tratamientos tópicos se encuentra el Ácido Retinoico, utilizado para el acné no inflamatorio. Los antibióticos tópicos actúan sobre los microorganismos del folículo y los antimicrobianos, como el Peróxido de Benzoilo y el Ácido Azelaico, actúan como bacterioestáticos y bactericidas. En cuanto a los tratamientos sistémicos podemos decir que es usual el uso de antiadrogénicos, como la Ciproterona para reducir el exceso de secreción del sebo, y de antibióticos como la Eritromicina, Minociclina, Lincomicina, Tetraciclina y Doxiciclina. Para casos en los que se ven afectadas mujeres adultas con acné tardío o prolongado se puede realizar una terapia hormonal. Los tratamientos complementarios que comúnmente se utilizan son el peeling químico, procedimiento que puede utilizar diversos agentes químicos como los Alfa y Betahidroxidoácidos; y el peeling mecánico con cristales de aluminio o puntas de diamante. Dentro de los tratamientos también tenemos aquellos destinados a combatir las secuelas del acné. Estas secuelas constituyen la verdadera severidad del acné y recuperar la piel puede ser un trabajo arduo y lento. Para tratar las secuelas es común utilizar ácidos, luz pulsada, dermoabrasiones y técnicas de relleno. Estos tratamientos están destinados a eliminar la cicatriz o al menos reducirla.
Para aquellos pacientes que sufren de acné se recomienda utilizar maquillajes que sean:
- Absorbentes de grasa: aquellos que poseen Caolín, Bentonita o Carbonato de Calcio;
- Astringentes: aquellos que poseen Alcanfor, silicatos de Magnesio y Aluminio;
- Antiinflamatorios: aquellos que poseen extracto acuoso de proteínas de soja.
Aunque no existe una forma eficaz para prevenir el acné, los pacientes que lo padecen pueden tener en cuenta una serie de recomendaciones que ayudarán a reducir el impacto del mismo y la gravedad de las lesiones.
- Limpiar la cara dos veces al día. De esta manera se puede quitar el exceso de grasa de la superficie y las células muertas de la piel que pueden bloquear los poros.
- Secar la piel sin frotarla.
- Practicar deporte al aire libre y lavarse la cara después de realizarlo para evitar que la sudoración tapone los poros.
- Intentar no abusar de alimentos como el cerdo, la bollería, el marisco, el alcohol, los frutos secos, los quesos fuertes y los alimentos que contienen chocolate.
- Elegir cosméticos que no contengan aceites o grasas en su composición.
- Utilizar protectores solares para impedir la pigmentación de las lesiones eritematosas infladamas.
- No tocar los granos para evitar que se infecten.
- Reducir el estrés.
Fuentes
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000873.htm
http://www.dmedicina.com/enfermedades/dermatologicas/acne.html
Dermato Estetica/ Natan Gotlib; Silvia Haydee Perez Damonte; David Muhafra- 1ª Edicion. – Buenos Aires, 2005.[:]