30 jun La piel y el embarazo
La gestación conlleva muchos cambios a lo largo de los 9 meses de embarazo. El cuerpo se va adaptando a los cambios que implican tener una vida dentro; los órganos comienzan a movilizarse, dando más espacio al útero; pero es la piel la que experimenta mayores modificaciones, desde la elasticidad, el cambio de coloración en distintas zonas y picores son los más comunes producto de los cambios hormonales.
Prevenir, Tratar y aliviar, son las claves para sobrellevar los desafíos del embarazo.
Pigmentación. Durante los meses de gestación, las embarazadas pueden manifestar un exceso de coloración en distintas zonas del cuerpo, la línea alba (aquella que se ubica verticalmente desde la sínfisis púbica hasta unos centímetros por encima del ombligo) es la más notoria, desapareciendo unos meses luego de dar a luz. El rostro no es ajeno y en muchas ocasiones se evidencia hiperpigmentación facial, experimentando el denominado “cloasma gravídico”.
El origen de esta hiperpigmentación esta dada pues, a raíz de los cambios hormonales, hay una sobreestimulación temporal la producción de melanina.
Aquí radica la importancia en la utilización de protectores solares y su renovación cada 4hs., disminuyendo las posibilidades de aparición de manchas faciales. La utilización de limpiadores para pieles sensibles sin ácidos y una crema hidratante es parte de la rutina que debería volverse un habito en estos 9 meses.
En cuanto a los tratamientos, las limitaciones en este periodo son mayores – pues está contraindicado la aplicación de sustancias y productos como laser, rellenos y toxina botulínica- pero es recomendable realizar una limpieza cosmetológica y peelings especiales, una vez al mes.
Elasticidad. La piel del cuerpo comienza a estirarse a medida que pasan los meses y con mayor aceleración en el tercer trimestre del embarazo. Este mecanismo provoca la rotura de fibras de la dermis y por consiguiente la aparición de estrías. La prevención es de suma relevancia, pues las estrías son cicatrices -cuyo proceso comienza con un color rosa oscuro, culminando con un color blanco- y por consiguiente una vez que están no desaparecen, pueden solo reducirse con tratamientos adecuados. La utilización diaria de cremas con alto contenido en vitamina A y E, colágeno y elastina ayuda a prevenirlas, al igual que los drenajes linfáticos manuales.
Es aconsejable utilizar jabones neutros (PH 5,5) y emulsiones de limpieza específicos para cada biotipo de piel. Así como también, evitar los baños muy calientes.
Alergias Cutáneas. La piel en esta etapa, esta más sensible y por consiguiente reacciona con mayor frecuencia y facilidad a agentes externos como los cambios de clima, los alimentos, fragancias, cosméticos o las bisuterías. Identificar el origen de la irritación es importante no solo para evitarlo sino para realizar un adecuado tratamiento. No obstante, dentro de los cuidados que debemos tener, la utilización de farmacéuticos neutros, hidratación diaria evitando el rascado y presión sobre la zona.
Algunas enfermedades suelen evolucionar favorablemente durante la gestación y otras muestran un empeoramiento que revierte generalmente en el posparto. Es por ello recomendable que consulte a su especialista en piel, a su dermatólogo.
Que el esplendor del embarazo no se opaque.
No dudes en consultarnos. Cuidamos de vos y de tu bebe!