Toxina Botulínica

Toxina Botulínica

La toxina botulínica es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum. Se trata de uno de los venenos más poderosos que existen.

Como agente de intoxicación o envenenamiento produce el botulismo, enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas (sequedad de boca, náuseas y vómitos) y parálisis muscular progresiva que puede llegar a ser causa de muerte al afectar la función respiratoria.

Como arma química o biológica es considerada extremadamente peligrosa y arma de destrucción masiva, prohibida por las Convenciones de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas.

La capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular por denervación química se aprovecha para usarla como medicamento en el tratamiento de ciertas enfermedades neurológicas y como producto cosmético para tratamiento estético de las arrugas faciales.

Las diferentes cepas de la bacteria producen siete tipos de la toxina: A, B, C, D, E, F y G. El tipo A es el más utilizado, su molécula está formada por un polipéptido de dos cadenas, una pesada y una cadena liviana unidas por puentes de disulfuros y protegidas por proteínas (hemaglutinina y no hemaglutinina).

La toxina botulínica produce un bloqueo químico que reduce la actividad contráctil del musculo tratado e interfiriere en la liberación de acetilcolina en la placa neuromuscular. La acción se produce en cuatro fases: 1) Unión, 2) Internalización, 3) Inhibición y 4) Regreso.

Su formación se completa a los tres meses y comienzan nuevamente los movimientos musculares completando la acción de la placa neuromuscular y recuperando la contracción muscular normal a los 6 meses.

La toxina comenzará a accionar dentro de las 24 a 48 horas y su efecto llegará a su punto máximo dentro de los 7 a 15 días posteriores a la aplicación. Cuando tratamos el tema de la duración del tratamiento, tenemos que tener en cuenta la dosis aplicada. La toxina botulínica puede tener una duración de hasta 6 meses.

Hoy en día existen diferentes opciones a la hora de elegir que marca comercial utilizar. Para lograr comparar los distintos productos presentes en el mercado son necesarios los ensayos clínicos. El conocimiento y la familiarización con cada uno de estos preparados es imprescindible antes de su uso clínico. Las condiciones de almacenado y manipulación en consulta son variables que debemos considerar para elegir entre los productos y seleccionar las unidades a inyectar. Dentro de las marcas comerciales más utilizadas encontramos:

  • BOTOX®, Laboratorio Allergan
  • Dysport Ipsen®, Laboratorio Galderma
  • Xeomin®, Laboratorio Merz
  • Prosigne®, Lanzhou Institite


¿Cómo se aplica?

El producto es presentado en un vial, se diluye con solución fisiológica y se aplica en microinyecciones en el músculo a tratar. Se puede aplicar una crema anestésica 20 minutos antes de realizar el tratamiento.

El tratamiento es un procedimiento seguro y reversible. Un especialista entrenado con conocimientos sobre la musculatura de la cara en actitud estética, debe ser quien lleve a cabo el tratamiento utilizando toxina botulínica.

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