28 feb CUELLO DE CISNE
Esbelto, ceñido, liso y suave son las características envidiables de un cuello cisne. Comprensivo de una arquitectura frágil, un cuello cuidado inspira elegancia, pero dicha elegancia se vuelve efímera habida cuenta de la zona que tratamos.
La piel del cuello es considerada una zona débil debido a la delgadez de la misma y como consecuencia inmediata la facilidad con la cual se evidencian en ella el paso del tiempo y la influencia de agentes externos habituales como la polución.
Con el transcurso del tiempo, tanto el cuello como el escote experimentan mutaciones que se traducen en un comienzo en líneas finas y deshidratación para luego convertirse en arrugas, flaccidez, sequedad e hiperpigmentación. Las razones de ello son que dicha zona posee menor cantidad de glándulas sebáceas dificultando la auto-hidratación, además al producir menos colágeno y elastina la firmeza desaparece y aparecen las arrugas. Finalmente, también hay menor cantidad de melanocitos, fabricando menos melanina, lo que favorece la desprotección solar provocando un fotoenvejecimiento y manchas en la piel.
Pero estos signos pueden prevenirse y hasta incluso eliminarse si se lleva a cabo los tratamientos adecuados.
En líneas generales, un buen plan de alimentación, actividad física, beber al menos dos litros de agua por día y renovar el protector solar cada 4 hs. contribuye en gran medida a retrasar los signos del paso del tiempo.
Asimismo, a nivel tópico el tratamiento comprende la aplicación de antioxidantes, colágeno y vitamina A.
El abanico de tratamientos no invasivos es amplio al a hora de devolverle la vitalidad, firmeza y belleza a nuestro cuello. En el ácido hialurónico sigue siendo el protagonista, el cual en distintas densidades es capaz de hidratar y rellenar las líneas y arrugas. Tiene una duración de aproximadamente un año y es reabsorbible no provocando efectos adversos.
La necesidad de redensificación hace que uno de los tratamientos que está a la vanguardia sea la hidroxiapatita cálcica (Radiesse), un imponente formador de colágeno. Tiene una duración aproximada de dos años.
Los hilos tensores se obtienen de polidioxanona y a través del mecanismo de la hidrolisis se reabsorben naturalmente a los 6 meses, luego a la colocación, manteniendo el tejido por 2 años.
Finalmente, la mesoterapia de revitalización con aminoácidos, ADN, vitaminas, coenzimas y antioxidantes ha mostrado resultados óptimos en el mejoramiento de la zona.
Generalmente dichos tratamientos suelen combinarse con peelings y terapias de luz como IPL y laser.
Es así como la recuperación y la restructuración del celular subcutáneo está al alcance de tus manos.