18 oct Dime qué cara tienes y te diré lo que necesitas…
Nuestro rostro es el fiel reflejo de nuestro estado de ánimo, de nuestras alegrías, enojos y preocupaciones. Es así que al comprender 33 músculos están en constante ejercicio y activación.
Los músculos faciales son inervados por el nervio facial, poseen una inserción en la piel y son constrictores o dilatadores de las cavidades de la cara. La contracción repetitiva de los músculos hace nacer en una primera instancia a las conocidas líneas de expresión, las cuales se convierten, conjugados con otros factores, en arrugas.
Los gestos y expresiones faciales como sonreír, sorprenderse, asustarnos hasta tirar un beso suelen ser acciones habituales y comprensivas de vivir en sociedad. Además, los cambios fisiológicos que sufre la piel a lo largo del tiempo, como la perdida de elasticidad, de la luminosidad y la flacidez contribuyen a la aparición de arrugas.
Lo cierto es que también dependerá de nuestro fototipo y biotipo de piel, de la genética pues las pieles secas, sensibles, atópicas y muy blancas son más propensas a la aparición temprana de estas líneas de expresión y arrugas. La diferencia entre ambas radica en que las líneas de expresión son en una etapa temprana, como consecuencia de la reproducción frecuente de gestos. Las arrugas por su parte son consecuencia de dicho proceso con el paso del tiempo, es así como las finas líneas que en un comienzo se manifestaban se transformaron en surcos de mayor profundidad.
En la actualidad es común encontrarnos con distintos tipos de caras que van de la mano a las emociones que experimentamos, siendo más latentes cuanto más intensa sea la emoción pues allí será mayor la motivación de la mueca o gesto a fin, dentro de las cuales podemos nombrar:
CARA DE CANSANCIO: caracterizada por la presencia de ojeras, bolsas, parpados caídos y arrugas llamadas “patas de gallo”
CARA DE PREOCUPACIÓN: Aquella que presenta arrugas de entrecejo estáticas, Cejas hacia abajo y juntas. Brillo en los ojos. Afinamiento de los labios
CARA DE TRISTE: Comprende la aparición de arrugas gravitacionales, arrugas peribucales, deflación de tejidos perioculares y mandibulares.
CARA DE SORPRESA: Cejas elevadas hacia el exterior. Parpado elevado.
La buena noticia es que con buenos hábitos de higiene y cuidado y con la ayuda de tratamientos mínimamente invasivos podemos revertir los signos de nuestras emociones.
Los tratamientos elegidos para revertir estos signos son la aplicación de toxina botulínica; rellenos con ácido hialurónico; skinbooster; mesoterapia facial; ADN facial; Radiesse, entre otros.
Contactanos y asesorate del mejor tratamiento diseñado para vos. Devolverle la frescura y naturalidad a tu rostro hoy es posible.