EL CANCER Y LA PIEL

EL CANCER Y LA PIEL

En la actualidad se pueden identificar mas de 100 tipos de cáncer[1], cuyo nombre resulta generalmente del órgano o tejido que afecta. Según la OMS un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse[2].

No obstante, la variedad y diversidad, se puede establecer algunas pautas generales de cuidado previos / preventivos:

-Colocarse protector solar y renovarlo cada 4hs.

-Beber 2 ltr. de agua por día

– Realizar actividad física

– Llevar una dieta saludable, rica en vitaminas y minerales

-Observar tu cuerpo y tu piel, en busca de anomalías.

-Realizar controles médicos periódicos

– Evitar agentes infecciosos mediante la vacunación ( entre los que se encuentran la hepatitis virales; papiloma humano entre otros.).

-Evitar exposición excesiva y crónica a rayos ultravioletas.

-Eliminar agentes tóxicos, como tabaquismo, alcoholismo.

Durante los tratamientos contra el cáncer, es posible que se hagan visibles algunas complicaciones como la mucositis oral, xerosis cutánea o piel seca, ulceraciones, dermatitis irritativa, lindefema, fragilidad en uñas y alopecia.[3]

La mucositis oral se manifiesta a través de la inflamación del interior de la boca producto en este caso del contacto con la exposición a quimioterapia y radioterapias. El tratamiento adecuado para esta afección lo constituye la fototerapia con láser de baja intensidad aplicada a la mucosa oral tanto en prevención como en tratamiento de la mucositis asociada a quimio y/o radioterapia.

La Xerosis cutánea o piel seca, como resultado de la misma enfermedad o del tratamiento consiste en un aumento en la sequedad de la piel y/o mucosas. Esta deshidratación trae aparejado la perdida de elasticidad y brillo de la dermis. Todo tratamiento va a estar direccionado a hidratar y a evitar la perdida de agua. Jabones oleosos, cremas con alto contenido en vitamina A, C y E.

En relación a las ulceraciones, las mismas se traducen en picor, dolor y ocasional sangrado. Por ello es importante limpiar y desinfectar la zona, y proceder a realizar un tratamiento tópico o bien un desbridamiento químico o enzimático con su médico. Por su parte la dermatitis irritativa es una reacción inflamatoria no inmunológica de la piel después de la exposición a un agente externo irritante; para ello la higiene cutánea y las cremas barreras es fundamental para tratarla, así como también se suelen utilizar antibióticos o corticoides según como se presenta.

El lindefema se manifiesta en la edematización de una zona, generalmente extremidad (brazos – piernas), sensación de pesadez y dificultad en la movilidad como consecuencia de un mal funcionamiento del sistema linfático. Ante ello, los drenajes linfáticos suelen ser una solución eficaz.

También se evidencia fragilidad y estrías en uñas por lo que se recomienda la utilización de lacas endurecedoras.

Finalmente, otra de las afecciones que produce el cáncer es la alopecia, la cual, si bien en la mayoría de los casos es reversible, suele ayudarse con tratamientos tópicos (lociones y shampoos específicos) y sistémicos (como suplementos efervescentes o comprimidos).

Cualquier tratamiento oncológico presenta efectos secundarios, sobre todo a nivel de la dermis. Como cuidados post tratamiento, los dermocosméticos han cobrado un papel importante a razón de sus eficientes resultados. Higiene – Hidratación – Fotoprotección, comprenden los 3 pasos fundamentales a la hora del cuidado de nuestra piel.

 

[1] Tipos de Cáncer; Instituto Nacional de Cáncer, publicado en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos

[2] Cáncer, OMS, publicado en: https://www.who.int/cancer/about/facts/es/

[3] Jaen Pedro y Garcia C, El cáncer y la piel: Guía., Crutomen, Madrid,2011

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