Fotoenvejecimiento

Fotoenvejecimiento

La exposición crónica y prolongada al sol trae como consecuencia un envejecimiento cutáneo actínico, comúnmente conocido como fotoenvejecimiento. Lo cierto es que este tipo de envejecimiento causa lesiones dérmicas, que pueden llegar incluso a transformarse en lesiones solares precancerosas.

Las manifestaciones más comunes derivadas del fotoenvejecimiento son el engrosamiento de la piel, la pigmentación irregular en distintas zonas, los léntigos, las telangiectasias y púrpuras, las queratosis actínicas, las arrugas, la laxitud, entre otras. Ahora, ¿Cómo aparecen? ¿Qué tratamientos son eficaces para combatirlo?

No es necesario una exposición exagerada y habitual a las radiaciones solares para que una persona manifieste un fotoenvejecimiento, por el contrario, el simple no uso de un factor de protección solar puede ocasionar una hiperpigmentación.

La dermis lleva consigo la porción necesaria de colágeno, elastina y demás fibras que contribuyen a la hidratación, nutrición y vitalidad de nuestra piel. Cuando estos elementos se ven comprometidos por la radiación ultravioleta (UVR) se produce un daño que trae como consecuencia una super producción de elastina, induciendo paralelamente la producción de metaloproteinasas, enzimas que se encargan de reconstruir el colágeno dañado, pero al funcionar incorrectamente lo degradan. Es así como el resultado evidencia una reducción de colágeno, piel atrófica, y aparición de arrugas.

Como la aparición aguda del fotoenvejecimiento se ven a largo plazo, las tareas de prevención están, lamentablemente, subestimadas y faltas de atención. Pero la mejor manera de combatir el fotoenvejecimiento es la prevención.

Los tratamientos mas eficientes contra el fotoenvejecimiento comprenden a nivel tópico la utilización de cremas y emulsiones con ácido hialurónico, vitamina A y vitamina E. A nivel farmacológico es óptima la complementación de sustancias antioxidantes. Reverastrol, Ácido Retinoico, Vitamina C, Coenzima Q10; componentes orgánicos, entre otros.

Las terapias de luz como el CO2 fraccionado o el de Erbium son también utilizadas debido a que destruyen las capas de la epidermis, estimulando la fabricación de colágeno en la dermis.

Finalmente, dentro de los tratamientos mínimamente invasivos encontramos los fillers, que son capaces de corregir y rellenar las arrugas, pero también aportar la hidratación necesaria a la piel. También se utiliza el método de mesoterapia facial en la colocación de sustancias que revitalizan nuestro rostro.

Cuidar nuestra piel, utilizar factor de protección solar a diario y acorde a nuestro biotipo – fototipo de piel y beber agua, son las claves para mantener una piel tersa, suave y fresca.

Referencias

© 2019 The Skin Cancer Foundation | 205 Lexington Avenue, 11th Floor, New York, NY 10016

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