11 abr Limpieza Facial a la carta
Cuatro son los tipos de piel que existen:
PIEL NORMAL: Se caracteriza por tener un equilibrio entre la hidratación y el sebo. Generalmente presenta buena circulación sanguínea; ausencia de impurezas; textura lisa y uniforme y poros finos, no siendo propensa a la sensibilidad.
PIEL SECA: Se caracteriza por la ausencia de lípidos que se traduce en su aspecto áspero, pálido con signos clínicos epidérmicos de descamación, agrietamiento.
PIEL GRASA: Se caracteriza por una hiperproducción de sebo, poros acrecentados, piel engrosada y brillantez, siendo más propensa a la formación de acné y comedones.
PIEL MIXTA: Se presenta con la combinación de dos tipos de piel, diferenciándose las zonas en las cuales el sebo es mayor. Así se manifiesta la zona “T” (que comprende frente mentón y nariz) la cual suele ser considerablemente mas grasa que el resto del rostro y evidenciándose en la zona de las mejillas una piel seca a normal.
La Limpieza o higiene facial no hace distinción, es una técnica profesional de eliminación de impurezas y oxigenación de la dermis. Todo tipo de piel necesita mantenerse limpia, purificada e hidratada. Las consecuencias se harán mas notorias en el proceso evolutivo de la dermis, ya sea con la inflamación de la misma, las escoriaciones o el envejecimiento prematuro. Esto ultimo sobre todo en las pieles secas, las cuales se deshidratan fácilmente.
No hay que descuidar ningún tipo de piel, pues por ejemplo si bien las pieles normales suelen ser equilibradas, el contacto con factores de agresión externos suele corromper dicha armonía; por su lado las pieles secas si bien pueden ser más fáciles de mantener, también suelen ser sensibles y propensas a la aparición de Xerosis cutánea. Así, las pieles grasas al ser propensas a comedones y acné, pueden volverse asfícticas.
La limpieza facial consta generalmente de 4 pasos: scrub, extracción, descongestión y protección. No obstante y con miras al objetivo de la misma se le adicionan otros pasos, como puede ser una hidratación o un drenaje facial mediante la incorporación de masajes en puntos de canales centrales.
Los protocolos, productos y aparatos utilizados, varían según el tipo de piel. Las estrellas en esto suelen ser el Belex Ocho (cabina completa de electroestética facial) y las máscaras galvánicas (facilitando la penetración de activos mediante la iontoforesis o traslado de iones).
Finalmente, la frecuencia también variará, si tenemos piel grasa se recomienda realizar una limpieza facial cada 30 días, hasta lograr estabilizarla. Si la piel es seca, la higiene facial recomendable cuatro veces al año coincidente con las estaciones. En las mixtas cada 60 días.