21 sep ¿Mirada cansada? Hoy un Recuerdo
Cuando más nos acercamos al final del año, es cuando más advertimos los efectos de los avatares diarios.
Una de las zonas que mas se ve afectada por el transcurso del tiempo y los agentes externos lo constituye la zona periocular y las ojeras. La contaminación habitual, el estrés, el paso de los años y características genéticas, son las causantes de llegar en esta época con una mirada cansada. Sumado a la hiperpigmentación junto con bolsas en ojeras y la depreciación en la zona lateral.
Frente a ello, la medicina estética puso manos sobre el asunto y se ocupa, hoy, de devolvernos la frescura y jovialidad de una mirada única.
Los tratamientos varían de acuerdo al paciente, y en más de las veces los resultados satisfactorios se deben a combinaciones en aquellos.
Combatiendo las ojeras: El paso del tiempo produce una hiperlaxitud de esta zona, además la piel en ella es sumamente fina, motivo por el cual, es común que se trasluzcan los capilares, dando una tonalidad azulada. el hueso orbital se ensancha provocando un mayor hundimiento del ojo y una mayor concentración de tejido adiposo bajo éste. La estrella en este caso lo constituye el ácido hialurónico.
El tratamiento consiste en aplicar el producto en la zona del surco lagrimal, produciendo un levantamiento y relleno de la zona. Es un tratamiento no invasivo, que tiene una duración de un año aproximadamente, al cabo del cual se reabsorbe de manera natural. Una de las ventajas que posee el ácido hialurónico es que no da lugar a efectos secundarios, hidratando y dando soporte a los tejidos de manera asombrosa.
Este tratamiento suele combinarse láseres ablativos fraccionados; con ELEKTRA (la tecnología láser PIXEL Q-Switched), que ayuda a eliminar la coloración oscura de la zona, además de tensar y regenerar la dermis. A nivel tópico suele reforzarse con la utilización de despigmentantes y descongestivos.
Líneas perioculares: Las famosas “patas de gallo” constituyen, en nuestra juventud líneas de expresión, pero al cabo de la aquella se van multiplicando y aumentando su grosor.
La aplicación de ácido hialurónico, un relleno absorbible, biocompatible y con baja actividad higroscópica permite acabar con las arrugas perioculares. Este tratamiento puede combinarse con la aplicación de toxina botulínica o bien con mesoterapia facial, devolviéndole la elasticidad, colágeno y vitalidad a tu mirada.