31 ago surcos nasogenianos
Una sonrisa sin muestras de edad
Las arrugas que se producen desde el final de la nariz y que descienden oblicuamente hasta ambos extremos de la boca, llamadas surco nasogenianos, constituyen una señal del paso del tiempo. A medida que pasan los años, dichas canaletas, dejan de ser un símbolo de gesticulación y/o mueca, para transformarse en una arruga permanente que acentúa el transcurso de los años, convirtiéndose en una rigurosa faceta que envejece nuestro rostro.
Pero la permanencia de dicho pliegue está en extinción gracias al ácido hialurónico u otros fillers. La perdida del tejido conjuntivo sumado a la perdida de grasa subcutánea y flacidez, fruto de los años, evidencia de manera palmaria los surcos nasogenianos.
El ácido hialurónico, un potente polisacárido que forma parte del tejido colágeno de los seres vivos, se aplica en las zonas mediante distintas técnicas, incorporándose de manera natural en los sectores donde la perdida de volumen se hace cada vez más visible.
A nivel técnico no es lo mismo hablar de líneas, pliegues o bien surcos. La diferencia radica en el mayor nivel de profundidad o grado de reticulación de la arruga y en base a ello será la densidad del ácido hialurónico que mediante inyecciones se coloque en la zona.
Siendo uno de los tratamientos estéticos más solicitado no invasivos, su duración oscila entre 8 a 12 meses.
Sin dolor ni hematomas, las microcánulas son utilizadas para este tipo de tratamientos. Las mismas ahorran varios pinchazos en la puesta del producto. Con una sola punción previa a la introducción de la cánula se realiza con una aguja, una vez introducida aquella es posible su movimiento radialmente en todas las direcciones. Procedimiento vanguardista que va tomando mayor relevancia, y que según varios especialistas tendera a la extinción de esta última.
El rejuvenecimiento facial de la mano del ácido hialurónico no es novedad, data de varias décadas atrás. Lo novedoso son las técnicas y protocolos que día a día se convierten en habituales con el fin de eliminar los signos del envejecimiento, devolviéndole la frescura y vida a tu rostro.