26 jun VITAMINA D. La vitamina multifacética
La Vitamina D ya nos ha sorprendido por sus grandes beneficios para la salud, tonicidad muscular y estructura ósea. Hoy en día existen amplios estudios que tratan de probar los beneficios de esta vitamina multifacética cuando de antienvejecimiento se trata.
A fin de evaluar el interés de la vitamina D para combatir el envejecimiento, un equipo de investigación ha estudiado el efecto de esta vitamina en la longitud de los telómeros de los leucocitos. En efecto, un acortamiento de estos últimos no sólo es percibido como un signo de envejecimiento, sino también considerado como un signo de una inestabilidad genómica y de una carcinogénesis.
Los investigadores se encontraron con resultados prometedores. Estos evidenciaron una asociación entre el nivel de vitamina D y la longitud de los telómeros de los leucocitos. En efecto, notaron que los sujetos de edad mediana que presentaban un nivel más importante de 25-hidroxivitamina D poseían unos telómeros más largos. Por eso los investigadores pudieron concluir que una falta de vitamina D podría estar asociada a una inestabilidad genómica, causa de un descenso de la longevidad. Sus resultados, publicados en 2017 en The Journal of Nutrition, confirman la importancia de la vitamina D para el organismo, y esto a largo plazo.
Si la vitamina D ya era conocida por sus numerosas funciones en el organismo, su efecto antienvejecimiento era desconocido. Para comprender mejor esta acción de la vitamina D, unos investigadores han estudiado el metabolismo de la vitamina D de la especie Caenorhabditis elegans, que es un pequeño gusano utilizado a menudo en investigación debido a su parecido con el cuerpo humano. Sus resultados han evidenciado que la vitamina D3, una forma de la vitamina D, posiblemente aumenta la duración de la vida, así como la homeostasis de diversas proteínas.
Alimentos que contienen vitamina D
El pescado es, sin lugar a dudas, el alimento con vitamina D por excelencia. Por ello, debe ser pieza clave en tu alimentación si no quieres experimentar carencias de este micronutriente.
Como es de suponerse, no todos los pescados contienen la misma cantidad de vitamina D en su composición. En este sentido, el auténtico rey es el bagre, también conocido como pez gato, el cual contiene, por cada 100 gramos, 425 UI (Unidades Internacionales). Suponiendo que un adulto medio puede llegar a requerir 5000 UI, salta a la vista que se trata de un excelente ejemplo.
A pesar de ello, el bagre no es un pescado muy extendido en nuestra cocina. Si lo es el salmón, el cual contiene 360 UI por cada 100 gramos. Algo parecido sucede con la caballa gracias a sus 345 UI en cada ración de 100 gramos. Por su parte, las sardinas conservadas en aceite van un poco más allá gracias a sus 500 UI en la misma cantidad, si bien es cierto que no se recomienda el consumo de más de 50 gramos diarios. Finalmente, el atún y la anguila alcanzan las 200 UI/100 gramos.
Alimentos fortificados con vitamina D
Lejos del pescado, los alimentos ricos en vitamina D se reducen ostensiblemente. Por ello, no es de extrañar que, en estos momentos, haya tantos productos fortificados con este micronutriente que colaboran a la hora de conseguir las cantidades mínimas recomendadas cada día. En concreto, esta sustancia es añadida artificialmente durante el proceso de manufacturación.
El abanico de opciones es realmente amplio en este sentido. Tanto es así que, por ejemplo, en las estanterías de cualquier supermercado es posible encontrar infinidad de productos lácteos, margarinas, pastas, cereales y elementos de bollería que han sido enriquecidos artificialmente con vitamina D. Su consumo es totalmente seguro y no implica ningún riesgo para la salud a corto, medio o largo plazo.
Frutas con vitamina D
Puede que en alguna ocasión hayas escuchado que la fruta puede ser una buena fuente de vitamina D, pero la verdad es que no es así. De hecho, no existe ningún tipo que pueda proporcionarte una cantidad aceptable dentro de tus requerimientos diarios. Sin embargo, esto no quiere decir que debas dejarla de lado, ni mucho menos. Y es que, en líneas generales, aportan otros muchos nutrientes igualmente importantes y que, en algunos casos, guardan relación con la vitamina D.
Por ejemplo, los alimentos ricos en vitamina B5 pueden ayudarte a conseguir niveles óptimos de vitamina D en tu organismo. Esto se debe, fundamentalmente, a que dicho micronutriente ayuda a la absorción del otro. Por ejemplo, la papaya es una buena fuente de vitamina B5. En cualquier caso, puedes recurrir a los zumos fortificados con vitamina D para cumplir los requerimientos diarios de tu cuerpo.
En cualquier caso, es necesario consultar con un médico especialista en nutrición a la hora de asumir una dieta especifica.