Demodecidosis

Demodecidosis

Demodecidosis es un término que agrupa las enfermedades cutáneas causadas por ácaros del género Demodex, entre ellos D. folliculorum y D. brevis, comensales comunes de las unidades pilosebáceas de los seres humanos, particularmente en cara, espalda y parte superior del tórax. D. folliculorum ha sido implicado, además, en la patogénesis de rosácea y Pityriasis folliculorum.

El demodex es el parásito más común del hombre. Se adquiere por contacto directo, afecta a personas de todas las edades y a partir de los 30 años se encuentra entre un 90% a 100%.

Durante su ciclo de vida de 15 días este ácaro ocasiona abrasión de la piel e induce hiperqueratosis y respuestas de hipersensibilidad.

El cuadro clínico se caracteriza por pápulo-pústulas superficiales y foliculares, pequeñas vesiculopústulas con escamas foliculares sobre un eritema leve y prurito.

La nariz, pliegues naso labiales y margen de párpados son las localizaciones más frecuentes. Las lesiones producidas por la presencia del parásito en otras áreas se pueden visualizar en el cuero cabelludo, frente, mejillas, mentón, sienes, conducto auditivo externo, pezones, tórax, dorso, glúteos y región pubiana.

Existen muchas técnicas para observar y evaluar la densidad de Demodex en la piel y de ellas, la que ofrece mejores resultados es la biopsia superficial. El procedimiento consiste en aplicar una gota de cianoacrilato en la zona a evaluar, abarcando una superficie aproximada de 1 cm2, y dejarla actuar un minuto hasta que seque. Después de retirar el adhesivo, debe aplicarse aceite de inmersión y colocar un cubreobjetos para observar la biopsia al microscopio. La prueba se considera positiva con el hallazgo de 5 Demodex/cm2.

Se ha demostrado que el ácaro tiene potencial patogénico suficiente para causar inflamación por sí solo, así como una dermatosis independiente. Se desconoce la causa de que Demodex prolifere en unas personas y no en otras. Lo único que puede afirmarse es que la mayoría de los casos de demodecidosis ocurre en individuos sanos, y que la prevalencia del ácaro aumenta con la edad, alcanzando un pico cuando la producción de sebo es mayor.

Es importante notar que la demodecidosis es una dermatosis sub-diagnosticada y que sus manifestaciones clínicas (eritema, pápulas y pústulas) obligan a realizar un diagnóstico diferencial con causas frecuentes de “cara roja”, incluidas dermatitis seborreica y dermatitis acneiforme, entre otras.

En cuanto al tratamiento, se han propuesto diversas estrategias que contemplan: empleo de acaricidas, tetraciclinas adyuvantes para reforzar la respuesta inflamatoria exagerada, educar a los pacientes en cuanto a medidas preventivas.

Para tratar esta patología se recomienda, en primer lugar, higiene con agua y jabón, y evitar el uso de agentes potencialmente oclusivos de los folículos (cremas, polvos).

Fuentes
– http://dcmq.com.mx/edicion-abril-junio-2014-volumen-12-n%C3%BAmero-2/276-demodecidosis-una-revisi%C3%B3n-cl%C3%ADnica-y-terap%C3%A9utica

– Dermato Estética; Natan Gotlib, Silvia Damonte, David Muhafra. Págs. 129-132

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