[:es]La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta entre el 2-5% de los adultos y al 10-20% de los niños a nivel global. Es una afección crónica de largo plazo que se caracteriza por la piel seca, descascarada e irritada, y a veces se brota con síntomas más angustiantes. Aunque no se conoce ninguna cura, un cuidado de la piel regular y consistente puede protegerla.
La dermatitis atópica (o eczema atópico) es una enfermedad crónica que afecta a la piel del rostro y el cuerpo de bebés, niños y adultos.
Las incidencias van en aumento, particularmente en el lado occidental del planeta. No hay una causa concluyente de la dermatitis atópica, pero hay pruebas que la vinculan con el asma y la rinitis alérgica.
En los adultos la erupción tiende a afectar el cuello y el escote, el interior de los codos, detrás de las rodillas, manos y pies, así como también en el rostro y el cuero cabelludo. Los síntomas y las zonas afectadas son ligeramente distintas cuando afecta a niños y bebés.
Las personas con dermatitis atópica experimentan en general problemas adicionales, como la falta de sueño, estrés, discriminación y la pérdida de autoestima. Además de mantener una buena rutina de cuidado de la piel, hay ciertos cambios en el estilo de vida que pueden aliviar los síntomas, como usar prendas de vestir de algodón, mantener baja la temperatura para evitar la transpiración y eludir los alimentos detonantes.
Los dermatólogos aún no han descubierto la causa definitiva de la dermatitis atópica o una cura. Sin embargo, existen pruebas de un número de factores que hacen que ciertas personas estén más en riesgo que otras. Estos son:
- Genética. Hay pruebas que vinculan a la dermatitis atópica con el asma y la rinitis alérgica. Si uno o ambos padres sufren alguna de estas afecciones, hay una posibilidad de que sus hijos desarrollen dermatitis atópica. El riesgo aumenta proporcionalmente, si ambos padres tienen las tres afecciones la probabilidad de que el hijo herede la enfermedad aumenta.
- Clima/Ubicación. El clima frío pone a las personas en condiciones favorables para contraer dermatitis atópica, al igual que las ciudades contaminadas.
- Género. Las mujeres son levemente más propensas a la dermatitis atópica que los hombres.
- Una madre de edad avanzada. Los niños de madres de edad avanzada tienen un riesgo mayor que los niños de madres jóvenes.
Cuando nos enfrentamos a pieles con dermatitis atópica, lo más importante es mantener la piel humectada constantemente con emolientes.
Emolientes
Los emolientes (también conocidos como humectantes) deben aplicarse a diario, sin importar los síntomas. Estas lociones, cremas faciales, aceites aditivos para la ducha y baño mantienen la piel elástica y humectada y, por lo tanto, menos susceptible a la picazón y los daños. El uso regular de emolientes ayuda a reducir la picazón.
Los ingredientes activos que generalmente se encuentran en las fórmulas de los emolientes son:
- Ácidos grasos Omega-6 del Aceite de Onagra y Aceite de Semilla de Uva. Estos alivian y nutren la piel mientras reponen su barrera protectora natural.
- Licochalcona A (un extracto de la raíz de licorice). Este es un antiinflamatorio y antioxidante natural que reduce el enrojecimiento y alivia la inflamación.
Tratamientos dermatológicos
Los brotes requieren un cuidado más intensivo agregando cremas intensas a la rutina de humectación diaria. Estas cremas de uso externo generalmente contienen hidrocortisona.
Los corticoides (como la hidrocortisona) son conocidos por su efectividad y rápida acción para aliviar la picazón y reducir la inflamación. Sin embargo, tienen ciertas desventajas. Por ejemplo, su uso prolongado puede debilitar la piel.
Ante la aparición de dermatitis atópica la primera recomendación siempre será visitar a un dermatólogo para que pueda recetar el mejor tratamiento para esta patología.
Fuente:
https://www.eucerin.com.ar/problemas-de-la-piel/piel-atopica/dermatitis-atopica-en-el-cuerpo[:]