Menopausia, síntomas.

Menopausia, síntomas.

¿Cuáles son los síntomas comunes de la menopausia?

  • Periodo menstrual irregular: El periodo menstrual se vuelve más corto, más largo, más intenso o menos intenso. Empieza a faltar el periodo menstrual.
  • Calores:Los calores son sensaciones de calor repentinas, algunas veces intensas, que se extienden a la cara y la parte superior del cuerpo. Los calores pueden ser muy molestos, pero suelen durar unos pocos minutos. Pueden aparecer varias veces en un mismo día, en la misma semana o en el mismo mes.
  • Sudores nocturnos:Estos son calores que te despiertan durante la noche.
  • Problemas para dormir:Puedes tener insomnio, es decir, dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido. También es posible que empieces a despertarte mucho antes de lo que solías hacerlo.
  • Cambios vaginales:La membrana vaginal puede volverse más delgada, más seca o menos elástica. Esto puede generar sequedad o molestias durante las relaciones sexuales.
  • Infecciones urinarias o de la vejiga:Es posible que debas ir al baño más a menudo o que tengas infecciones urinarias o de la vejiga más frecuentes.
  • Cambios en el estado de ánimo:Los cambios hormonales pueden causar ansiedad, irritabilidad o cansancio. También puede cambiar tu impulso sexual.
  • Debilidad de los huesos:Es posible que tus huesos se debiliten durante la menopausia. Si se debilitan mucho, puede derivar en osteoporosis posterior a la menopausia. Incorporar abundante calcio y vitamina D puede ayudar.

Algunas personas pueden tener un perimenopausia prolongada y difícil, de hasta 10 o 12 años. Pero, la mayoría observa que los síntomas comunes de la menopausia (como los cambios de estado de ánimo y los calores) son pasajeros y duran solo de 3 a 5 años.

Algunos síntomas comunes de la menopausia (como la sequedad vaginal y los cambios en el impulso sexual) pueden continuar o, incluso, empeorar después de la menopausia.

¿Qué es la terapia hormonal?

La terapia hormonal reemplaza las hormonas que el cuerpo deja de producir durante la perimenopausia y la menopausia: el estrógeno y la progesterona.

Existen dos tipos de terapia hormonal:

Terapia con estrógeno
Este es el mejor tratamiento para los calores, los sudores nocturnos y la sequedad vaginal. Si no tienes útero debido a una histerectomía, se indica la terapia con estrógeno.

Terapia hormonal combinada
Si todavía tienes útero, el médico puede indicarte la terapia hormonal combinada. Consta de estrógeno y de progesterona artificial (llamada “progestágeno”), que se toman juntos. La terapia hormonal combinada ayuda a prevenir el cáncer de útero y también el cáncer de colon.

La terapia hormonal puede tener efectos sobre lo siguiente:

  • Reducción de los calores
  • Sequedad vaginal
  • Problemas para dormir
  • Infecciones urinarias y ganas de orinar repentinas
  • Dolor por artritis
  • Reducción del riesgo de cáncer de colon
  • Reducción del riesgo de diabetes

¿Qué tiene que ver la menopausia con el envejecimiento de la piel?

 

La falta de estrógenos acentúa el envejecimiento natural de la piel. Existe la certeza de que el envejecimiento de la piel está relacionado con la falta de las hormonas sexuales femeninas (estrógenos) que se produce durante la menopausia.

Durante el período anterior a la menopausia (período premenopáusico) ya suelen observarse ciertas modificaciones de la piel que continúan y aumentan tras la menopausia.

¿Cuáles son los problemas más corrientes?
Sequedad cutánea: la piel se vuelve más fina, las arrugas son más numerosas y más marcadas. Cuando se pellizca la piel, el pliegue cutáneo es más marcado y persiste mucho más tiempo; la elasticidad es mínima.
Adelgazamiento de la epidermis: es decir, de la parte superficial de la piel.
Modificación de la dermis: la dermis es la parte profunda de la piel. Las fibras de colágeno y de elastina son menos abundantes y sobre todo se hacen irregulares. Debajo de la piel, la grasa también disminuye, las mejillas se hunden y las manos dejan de ser suaves y redondas como en la mujer joven.
Disminución de la proporción de grasas y de ácidos grasos esenciales: todo ello contribuye a la sequedad de la piel.
Distribución diferente de los melanocitos: los melanocitos son las células que contienen el pigmento (el encargado de broncear la piel). Estas células también son menos eficaces en su función de protección de la piel, haciendo que el bronceado sea más pobre. Los melanocitos se reparten irregularmente por la piel, formando manchas pardas debido a la acumulación en ciertos lugares de estas células con pigmentos. Estas manchas pardas se producen a menudo en la cara y en el dorso de las manos, presentándose como gotas en los antebrazos y piernas, junto con un número menor de estas células pigmentadas.

¿Qué cambios nutricionales debemos realizar en esta etapa?

Durante la menopausia, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que pueden aparecer factores de riesgo como la hipercolesterolemia, diabetes o hipertensión arterial. El riesgo de osteoporosis también se incrementa, dado que, en esta etapa, y a causa de la disminución de las hormonas sexuales femeninas, se produce una descalcificación ósea con repercusiones graves, ya que se incrementa el riesgo de fracturas óseas. La alimentación será clave en la prevención de estos factores de riesgo pero, sobre todo, lo será desde las primeras etapas de la vida.

Para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares es importante tener en cuenta:

  • Reducir el consumo de grasas saturadas, trans y colesterol (presentes sobre todo en carnes y derivados).
  • Aumentar el consumo de grasas insaturadas (aceites de oliva, girasol, margarina, frutos secos, pescados azules).
  • Disminuir el peso si existe sobrepeso u obesidad.
  • Controlar el aporte de sal en la alimentación.
  • Realizar actividad física de forma moderada.

El riesgo de osteoporosis también se ve incrementado durante esta etapa de la vida, Para ello, el aporte de calcio y vitamina D será clave para llegar a la menopausia con unos huesos fuertes que sean capaces de soportar la descalcificación ósea característica de esta etapa. Así, los lácteos serán clave en el contexto de una alimentación variada y equilibrada para un aporte adecuado de calcio. Algunos consejos para mejorar la absorción de calcio son:

  • Asegurar la presencia de vitamina D en la dieta, ya que ayuda a la absorción de calcio. Exponerse a los rayos de sol, siempre con protección, evitando las horas de más insolación y durante un tiempo moderado, ayuda a la síntesis corporal de vitamina D.
  • Evitar el exceso de fitatos, presentes en el salvado de los cereales, ya que atrapan el calcio y no dejan que se absorba. Por ello es importante no tomar en la misma comida lácteos y cereales integrales.
  • Reducir el consumo de proteínas de origen animal, debido a que un exceso de proteínas en la dieta favorece la descalcificación ósea.
  • Evitar el tabaco y el alcohol.
  • La actividad física ayuda a fijar el calcio a los huesos, así que será importante adquirir el hábito de moverse más, siempre dentro de las capacidades físicas de cada uno.

¿Cómo controlar los síntomas psicológicos de esta etapa?

Para que esta etapa marche sobre ruedas es altamente recomendable tener apoyo psicológico para poder lidiar los numerosos cambios fisiológicos y psicológicos que se producen durante la menopausia.

La ayuda psicológica a las mujeres que atraviesan esta etapa de la vida se centra en dos aspectos: el cognitivo y el conductual. La terapia cognitiva irá encaminada a combatir ideas irracionales.

En el aspecto conductual es necesario encontrar actividades que ocupen el tiempo y que den un nuevo sentido a la vida. A partir de los 55 años y hasta los 75 o más, nos esperan 20 años en salud, progresivamente libres de ocupaciones y obligaciones que es necesario llenar de vida y de sentido. «Ahora me toca a mí», es el lema adecuado para esta etapa vital. Es el tiempo para el autocuidado, el crecimiento personal, mejorar las relaciones con amigos, vecinos y familiares, cumplir viejos sueños, la participación social, el voluntariado, la libertad. La misión del psicólogo, en este caso, es ayudar a las mujeres a encontrar y seguir sus propios objetivos y su programa de actividades.

La llegada de la menopausia es necesaria abordarla de manera integral. Para tener resultados óptimos, consultar con médicos especialistas en ginecología, nutrición, dermatología y psicología.

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