10 nov ¿Qué alimentos debemos evitar en estos meses de primavera/verano?
Con las elevadas temperaturas que caracterizan esta época, es necesario tener en cuenta que existen alimentos a evitar.
Es necesario mencionar que, debido a las temperaturas y actividades veraniegas, tendemos a perder mayor cantidad de líquido que es necesario reponer. Por ello, el consumo de frutas y verduras con alto contenido de agua, deberá ser mayor en estos meses venideros.
Todos conocemos los fabulosos desayunos continentales que son típicos de esta época. Pero no nos emocionemos, estos desayunos no son la mejor opción a la hora de cuidarnos en el verano. Mezclar huevos o fiambres con los ingredientes procesados en un sándwich como desayuno tienden a ser altos en grasas y carentes de nutrientes.
Además, este tipo de sándwiches llevan margarinas, elevando aún más el contenido de grasa y aumentando los niveles de colesterol «malo» en el cuerpo. Un sándwich contiene de 600 a 700 calorías cuando en un desayuno debe contener menos de 450 y lo que es peor, se pierden la oportunidad de comenzar el día con un poco de fruta y algo de fibra.
Mientras que la sopa se considera una opción saludable, a menudo contienen cantidades alarmantes de sal. En el mundo estamos comiendo demasiado salado. Una persona, en promedio, consume 7,2 gramos de sal al día cuando debe estar por debajo de 5 gramos. La retención de líquidos que genera el alto consumo de sal, es particularmente nociva en esta época dónde nuestra mayor preocupación debe ser hidratar a nuestro organismo.
Cuando hablamos del pan blanco, las pastas y el arroz no está demás mencionar que estos alimentos han sido despojados de su cáscara de salvado y el germen interior durante el proceso de molienda, dejando sólo el endospermo amiláceo. Estos cereales más blancos proporcionan hasta un 75% menos de nutrientes como la vitamina E y el selenio, que su forma integral. También tienen un muy alto índice glucémico. Es por eso que se recomienda el intercambio de carbohidratos blancos con los integrales, quinoa, trigo burgol, pasta integral y cereales para el desayuno como la avena.
El pochoclo es un cereal integral por lo que puede ser un aperitivo bajo en grasa. El problema empieza cuando se agregan cosas como manteca sal o azúcar, porque son calorías vacías a la dieta.
Con las elevadas temperaturas no podemos evitar tentarnos con algún helado de crema. El helado es un alimento de los más refrescantes en verano. Es fresco y su textura cremosa con sus sabores apetecibles son un gran atractivo en verano.
Sin embargo, comer helado es aumentar la ingesta innecesaria de calorías y grasas. En lugar de tomar helado de crema, podemos optar por helados al agua o alguna fruta fresca o yogur helado descremado.
Debemos también tener en cuenta que con las temperaturas elevadas hay ciertos alimentos que pueden echarse a perder en esta época. Durante las vacaciones tendemos a alimentarnos fuera de nuestro hogar, lo que aumenta el riesgo de intoxicación. Los mariscos, pescados y fiambres deben estar propiamente refrigerados para evitar cualquier tipo de malestar. El boom que el sushi representa en la actualidad aumenta los riesgos de intoxicación en verano, ya que se trata de un plato a base de pescado crudo. Debemos siempre estar atentos a qué lugares le damos el visto bueno para ir a comer afuera.
La Salmonella es un peligro común del verano. Los alimentos más involucrados en esta infección son los huevos crudos o poco cocinados, las aves mal cocinadas y los alimentos cocinados que se ha dejado sin refrigerar durante varias horas. Junto a la salmonelosis, otras bacterias que también suelen hacer más acto de presencia durante el verano son E.coli y Listeria Monocytogenes. Aparecen sobre todo durante el verano porque la temperatura favorece que los microbios se reproduzcan más fácilmente.
Además de todos estos alimentos que debemos evitar también es necesario mencionar que durante el verano el daño solar es mayor. Por lo que antes de exponernos a los rayos solares es imperativo utilizar protectores solares y renovarlos cada 4 horas. El sol puede ser un gran aliado y un gran enemigo si no sabemos cuidarnos de el.
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