Combatir el frio sin engordar

Combatir el frio sin engordar

Para combatir el frío no sólo es importante abrigarse bien; es decisiva nuestra alimentación para adaptarnos al frio sin mayores problemas. El cuerpo nos pide alimentos calientes y calóricos, lo que puede tener una peligrosa contrapartida si no estamos lo suficientemente atentos: podemos engordar notablemente. Por suerte, no todos los alimentos indicados para combatir el frío tienen que ser especialmente calóricos si se toman las precauciones necesarias.
Las necesidades energéticas que produce el frio no tienen por qué influir en nuestro peso. Por eso es importante saber qué comer para combatir el frío sin engordar.

 

  • Agua tibia con limón en ayunas. Un vaso de agua tibia con un chorrito de jugo de limón al levantarse, unos 20 minutos antes del desayuno. Así ayudaras a mantener el pH del aparato digestivo y se regulara adecuadamente la temperatura corporal. Es un truco saludable que no aporta calorías.
  • La sopa es el plato por excelencia para combatir el frio. Los caldos ayudan al organismo a mantener la temperatura corporal adecuada y además nos hidratan (en invierno bebemos mucha menos agua que en verano, pero también la necesitamos). La sopa de pollo, en concreto, tiene también propiedades antinflamatorias y ayuda a combatir las infecciones del tracto respiratorio. Cuanto más vegetales incluya la sopa, mucho mejor.

 

  • Brócoli y hojas verdes crudas.El primero es rico en vitamina C, en antioxidantes y muy bajo en calorías. Las segundas aportan clorofila con efecto depurativo y enzimas. La idea es no abandonar las verduras. Consumirlas cocidas, al wok con aceite de oliva, en guisos con salsa de tomate casera, en revueltos con claras de huevo o en tortillas al horno.

  • La cebolla, el ajo y el jengibre. refuerzan nuestro sistema inmunológico y se pueden añadir a prácticamente cualquier plato. El ajo contiene alicina, un compuesto con efectos antibióticos y antioxidantes, que puede ser un gran aliado contra los resfríos. La cebolla, además de ser una importante fuente de vitaminas, tiene propiedades antireumáticas, una enfermedad cuyos efectos se disparan en invierno. El jengibre es quizás el mayor aliado contra el frío. Aunque tradicionalmente se ha usado sólo para la elaboración de dulces, puede añadirse a los asados, los guisos, o cualquier infusión o jugo. Tiene propiedades antiinflamatorias y expectorantes, por lo que es recomendable su consumo frente a cualquier tipo de afección respiratoria, ya sea catarro, gripe o una simple inflamación de la garganta.
  • Si bien la fruta debe consumirse durante todo el año, los expertos recomiendan aumentar su ingesta en los meses fríos. La vitamina C presente en los cítricos, las frutas por excelencia de estas fechas, ayuda a prevenir los resfriados y reducir sus síntomas. Aunque las naranjas y mandarinas son las frutas que más tomamos en invierno, no debemos olvidarnos del kiwi, que también tiene muchísima vitamina C. Un buen hábito a instaurar con la llegada del frio es el de tomar un jugo de naranja todas las mañanas.
  • Es una excelente fuente de fibra, poseen una cantidad enorme de vitaminas, entre ellas, las del grupo C y E que tienen una excelente capacidad antioxidante. Evita la oxidación celular y agiliza la depuración de los productos tóxicos. Es conveniente quitar la piel en el momento de consumirlo porque en ella se depositan la mayor cantidad de químicos nocivos. Además, el tomate es una importante fuente de licopeno y aunque el licopeno no es un nutriente esencial para los seres humanos, este se acumula en ciertos tejidos y ayuda a proteger contra algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, así como el envejecimiento y la degeneración macular.

Está claro que con el frío aumenta el gasto calórico y, por lo tanto, la necesidad energética. Por eso seguramente tengamos más hambre que en verano y nos apetezcan alimentos más densos, como las leguminosas. Comer legumbres una o dos veces en semana y apostar por las grasas buenas y saludables, como los pescados azules ricos en omega 3, las nueces o el aguacate. Aportarán la energía calórica necesaria para combatir el frío sin desajustar el peso.

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